La respiración es una parte fundamental de la práctica del Yoga. Junto con la meditación y la relajación, constituyen los pilares de la filosofía del Yoga.
Si no eres capaz de controlar tu respiración, será muy complicado que puedas conseguir llevar a cabo los ejercicios. Por ello, si quieres alcanzar los objetivos que buscas en tus clases de Yoga, es muy importante que aprendas a respirar correctamente.
Sin embargo, aprender a respirar no es tarea sencilla, debido a que en Yoga hay varios tipos de respiración. Para la filosofía yóguica, la respiración viene de la fuerza vital universal que ingresa en nosotros mediante la respiración en forma de Prana, que es la esencia de todo movimiento, fuerza o energía, algo más sutil que el aire y el oxígeno, que llega a nuestro cuerpo con cada respiración, un principio más fundamental que cualquier gas.
¿En qué consiste la respiración yóguica?
En reeducar a tu cuerpo para que aprenda a utilizar toda la capacidad pulmonar. Aunque se dice muy rápido, este proceso es complejo porque necesitas que todo tu cuerpo esté implicado durante el proceso. Existen tres tipos de respiración:
- La región abdominal se localiza en el estómago por debajo del ombligo.
- La región diafragmática, situada en las costillas.
- La región pectoral o clavicular, situada en la zona del pecho.
En tus clases de Yoga aprenderás a trabajar cada zona por separado para conseguir así el éxito conjunto.