Si estás adentrado en el mundo del Yoga, habrás oído que es mejor practicarlo con el estomago vacío ya que durante la práctica, se realizan posturas que trabajan de forma muy intensa nuestro abdomen. A continuación te contamos por qué es bueno hacer Yoga en ayunas.
Según el mundo de los yoguis, nuestro cuerpo debe encontrarse limpio antes de comenzar la práctica de las asanas. Esto significa tener el estómago lo más vacío posible. Esta forma, posiblemente es la mejor para llevarla a cabo, ya que cuando estamos en ayunas el cuerpo no está realizando ningún tipo de digestión y por ello, se relaja más fácilmente, además de que la sangre circula mejor por nuestros músculos, dado que el organismo no está desviando sangre al estómago.
¿Eres de los que se levanta con ganas de comerse todo lo que tiene en la nevera? En caso de que fuera afirmativo, te recomendamos tomarte únicamente una taza de té, cacao, café o leche antes de empezar tu clase de Yoga. Si no puedes resistirte y necesitas desayunar sí o sí según te levantas, entonces se recomienda esperar al menos 4 horas antes practicar la actividad. Pero nunca hacerlo de forma copiosa.
Si nunca has hecho Yoga en ayunas (o cualquier otra disciplina física), es bueno que lo hagas de forma gradual. Por ejemplo, empezar con una rutina sencilla y de poca duración. Si empiezas a practicar Yoga en ayunas y necesitas comer algo sí o sí, porque estés embarazada por ejemplo, intenta que sean alimentos saludables y que aporten energía, como por ejemplo un pequeño puñado de frutos secos o una pieza de fruta antes de empezar la clase. Como hemos indicado anteriormente, también puedes tomar una taza de té o de café, o incluso, un vaso de leche que no sea de gran cantidad.