La práctica del Yoga, acorde a las necesidades de las diferentes etapas de la mujer (menstruación, embarazo y menopausia) puede ayudar a lograr un equilibrio físico, mental, emocional y espiritual, que consiguen aportar un bienestar en general. En este artículo, vamos a hablar de la relación entre el Yoga y la mujer.
Yoga para mujeres principiantes:
En el Yoga para principiantes, se trabajan las posturas, respiración y movimientos básicos, para que cada alumna se habitúe y avance poco a poco.
Con una práctica frecuente, el Yoga ayuda a aliviar las tensiones diarias producidas en su mayoría por el estrés del día a día y las obligaciones, además de aumentar la fuerza, mejorar la flexibilidad y disminuir los niveles de ansiedad.
Yoga para embarazadas:
El objetivo de este tipo de Yoga, es mantener la conexión con el propio cuerpo y las transformaciones que van ocurriendo durante los 9 meses de gestación.
Las mujeres que practican Yoga durante el embarazo, consiguen prevenir dolores de espalda. Gracias a la respiración, consiguen un estado de calma y tranquilidad.
Estas clases, están pensadas para mujeres gestantes hasta prácticamente el día del parto y se pueden impartir incluso si no tienes experiencia previa con el Yoga.
Yoga durante la menstruación:
Durante el periodo de menstruación, se dan una serie de cambios hormonales que conllevan alteraciones, que causan irritabilidad, dolores pélvicos o sangrados abundantes.
Mediante la práctica del Yoga, se pueden llevar a reducir las molestias relacionadas con el ciclo menstrual, ayudando a mantener un periodo regular, calmar el sistema nervioso y equilibrar el sistema endocrino.
Yoga para la menopausia:
Con la llegada de la menopausia, se dan una serie de fluctuaciones hormonales que pueden llegar a generar molestias a nivel físico, además de inestabilidad emocional.
La práctica del Yoga, puede además conseguir que se viva la premenopaausia y la menopausia como algo positivo.